miércoles, agosto 05, 2009

No quiero convencer a nadie... de nada...

Un poema de Jaime Sabines, desde la ventana en forma de libro sobre el escritorio que comparto con Uriel.

"No quiero convencer a nadie de nada. Tratar de convencer a otra persona es indecoroso, es atentar contra su libertad de pensar o de creer o de hacer lo que le dé la gana.
Yo sólo quiero enseñar, dar a conocer, mostrar, no desmostrar. Que cada uno llegue a la verdad por sus propios pasos, y que nadie le llame equivocado o limitado. (¿Quién es quién para decir "esto no es así", si la historia de la humanidad no es más que una historia de contradicciones y de tanteos y de búsquedas?)
Si a alguien he de convencer algún día, ese alguien ha de ser yo mismo, de que no vale la pena llorar, ni afligirse, ni pensar en la muerte. "La vejez, la enfermedad y la muerte", de Buda, no son más que la muerte, y la muerte es inevitable. Tan inevitable como el nacimiento.
Lo bueno es vivir del mejor modo posible. Peleando, lastimando, acariciando, soñando. (¡Pero siempre se vive del mejor modo posible!)
Mientras yo no pueda respirar bajo el agua, o volar (pero de verdad volar, yo solo, con mis brazos) tendrá que gustarme caminar sobre la tierra, y ser hombre, no pez, ni ave.
No tengo ningún deseo de que me digan que la luna es diferente a mis sueños. Ocurre que la realidad es superior a los sueños. En vez de pedir "déjame soñar", se debería decir: "déjame mirar".

Juega uno a vivir."

¡Qué casualidad!... diría si no tuviera conciencia de que las casualidades no existen, porque en cuanto abro este libro aparece éste poema de Jaime, justamente éste, ningún otro...
Tal y como pienso hoy, por que estoy segura de que hace unos meses no tendría la misma significación en mis pensamientos...

Quiero crecer... y gozaré mucho verte crecer a tí también, a su debido tiempo, en el momento de cada quien, no antes ni después.

¡Qué gusto encontrarte una vez más en este viaje!
En el tiempo eterno somos parte de un clan encontrándose una y otra vez, siguiendo el camino para no perdernos.

1 comentario:

Mente sin recuerdos dijo...

Jodorowsky dice que no se puede sanar a nadie, solo se puede enseñar a los otros a sanarse a si mismos, asi que es cierto, para que convencer a nadie de nada si apenas podemos convecer a nuestras células de que no solo veníamos con nuestra caja de dudas que al no encontrar respuestas se covirtieron en enfermedad, que tambien llegamos cn nuestra caja de respuestas, solo que nos agotamos buscando en los lugares equivocados, en la luz, cuando no hay peligro en sumergirse en las sombras de nosoros mismos, siempre es reconfortante, siempre es pacífico y ahi siempre estarán las respuestas.

Te quiero siempre...